6 jun 2010

EL AMOR DEL PADRE‏

David Wilkerson Today
 
FRIDAY, JUNE 4, 2010
 
EL AMOR DEL PADRE
 
Me pregunto, cuántos del pueblo de Dios pueden hoy día sinceramente clamar a
nuestro bendito Señor diciéndole "¡Glorifícame contigo!" Tráeme a una
afinidad. Anhelo estar más cerca, más íntimo. Mi amo, tú eres lo que yo
quiero. ¡Más que señales y milagros, yo tengo que tener tu presencia!"
 
Escuche el ruego eminente de Jesús: "Padre, aquellos que me has dado, quiero
que donde yo esté, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que
me has dado, pues me has amado desde antes de la fundación del mundo" (Juan
17:24).
 
La gloria de la cual Jesús está hablando, tiene que ver con una clase de amor
muy íntimo – un amor que no permite ninguna distancia ni separación del
objeto de su afección. Un amor que desea una afinidad completa, una unión
eterna. Este divino amor entre nuestro Señor y el Padre era todo lo más
importante para él, y él esperaba con ansias aquél día en que todos sus
hijos pudiesen contemplarlo con sus propios ojos.
 
¡Gloria sea al santificado nombre de Jesucristo por ese pensar tan glorioso!
Cristo está tan gozoso con la gloria de su íntima relación con su Padre, que
anhela traer a todos sus hijos al cielo para que la contemplen.
 
En realidad, nuestro Señor estaba orando, "Padre, ellos deben ver este
glorioso amor que nos tenemos. Deben de ver por sí mismos cuán completamente
tú te das a mí. Quiero que ellos conozcan cuán grandemente soy amado –
desde antes que el mundo fuese creado"
 
¿No será asombroso cuando nosotros, los redimidos, seamos llevados a la sala
del gran banquete de Dios, a la fiesta celestial, y se nos permita contemplar
el amor del Padre para con su amado Hijo, nuestro bendito Salvador? Yo veo en
aquél día glorioso la oración de nuestro Señor contestada, cuando él mire
a sus hijos comprados por su sangre y gozoso proclame, "Vean hijos, ¿Acaso no
es real? ¿No les dije la verdad? ¿No es verdad que él me ama tanto? ¿Han
contemplado alguna vez un amor tan grande? ¿Acaso no es esto un amor perfecto?
Ahora ustedes ven mi gloria, el amor de mi Padre por mí, y mi amor por él."
 
¿No ven ustedes santos de Dios, que contemplar la gloria de Cristo en aquel
día, será la revelación para nosotros del amor de Dios por su Hijo? Qué
gozo saber que servimos a un Salvador que es amado. ¿Y no es aterrador
contemplar que Lucifer se desprendió de tal gloria? Él está sin amor, él no
tiene padre. Sin duda, esta fue su pérdida más grande. Es la gran pérdida de
todos los hijos de Satanás, existir sin tener noción ni sentido del amor de
un Padre celestial. En contraste, los hijos de Dios son abrazados en afinidad
con Jesús mientras estamos en la tierra. Dios nos ama de la misma manera como
ama a su propio Hijo. Esta verdad debería hacernos entrar en descanso.
Dios te bendiga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Yo Soy la Vid vosotros los Pámpanos

Yo Soy la Vid vosotros los Pámpanos
El Pámpano te Bendice lleva Mucho Fruto